Tripod: 30 años del álbum homónimo de Alice in Chains y la última era con la formación original

Alice in Chains publicó en 1995 un disco homónimo que la mayoría conoce como Tripod por la imagen de la portada. Es un trabajo oscuro y directo, con canciones que mezclan fuerza eléctrica y melodías tristes. El álbum queda como uno de los registros más intensos de la banda, marcado por voces que suenan vulnerables y guitarras densas.

Después del éxito de discos y EPs previos, la banda volvió al estudio durante 1995 para grabar este álbum. Las sesiones se hicieron en estudios de Seattle y la atmósfera fue tensa por problemas personales que afectaron a la banda. Esa presión y fragilidad humana se reflejan en la voz y las letras, dando al disco una emoción cruda y sincera.

Sonido y letras

El tono general combina elementos de grunge y rock alternativo con pasajes pesados y arreglos complejos. Las guitarras alternan entre riffs cortantes y texturas más densas; las voces usan armonías oscuras que transmiten cansancio, culpa y resignación. Las letras abordan temas como la soledad, la adicción, la pérdida y la necesidad de seguir adelante pese al dolor.

Sencillos y formatos de lanzamiento

• Sencillos destacados: temas como Grind, Heaven Beside You y Again fueron los más difundidos y muestran la doble cara del álbum: agresividad y melodía.
  
  
• Formatos: salió en CD, casete y vinilo en su momento; con los años se han publicado reediciones y remasterizaciones en distintos paquetes y ediciones especiales.
  
  
• Producción: trabajaron con un productor de estudio que ayudó a pulir el sonido sin quitar la crudeza característica del grupo.

Curiosidades

• Apodo Tripod: el nombre no oficial nace por la portada que muestra un perro con tres patas; la imagen se volvió símbolo del disco.
  
  
• Última etapa con la voz original: el álbum es uno de los últimos discos con la voz principal de Layne Staley y con la formación original de la banda, lo que le añade peso emocional.
  
  
• Ambiente de estudio: las sesiones nocturnas y la tensión entre los miembros, explican el tono sombrío del trabajo.
  
  
• Arte y concepto: la estética visual y el diseño refuerzan la idea de lo incompleto y lo herido, un tema que atraviesa tanto las letras como la imagen del disco.

Legado

30 años de su salida, el álbum sigue resonando por su honestidad y fuerza musical. No es un disco fácil ni agradable por momentos, pero ofrece una experiencia intensa y auténtica: escuchar sus canciones es asomarse a sentimientos crudos y a la continuidad de una banda que, pese a todo, dejó una marca sonora perdurable.